Si lo coges, morirá | César-Javier Palacios

Especie en expansión, cada vez es más frecuente llevarte la alegría de ver corzos durante nuestras salidas al campo, incluso en lugares con escaso arbolado o muy humanizados. Saltarín, inconfundible con su blanco trasero y escasa cornamenta, parece un pequeño ciervo siempre asustadizo.

En estos días las hembras han parido sus crías, que suelen dejar escondidas para sólo acerarse a ellas en el momento de amamantarlas. Y es precisamente ahora cuando podemos cometer una terrorífica metedura de pata. La de encontrar por casualidad al pequeño bambi escondido entre la espesura y considerarlo abandonado, ajenos a que no muy lejos está su madre aterrorizada esperando a que pase el peligro, nosotros.

Tras el sorprendente hallazgo, son demasiados los caminantes equivocados que tratan de ayudar al pequeño corcino de la peor manera posible, recogiéndolo y llevándoselo a casa o entregándolo a los servicios de Medio Ambiente. Craso error. No está  desatendido, está escondido. Tú no viste a su madre, pero ella sí te vio a ti. Y su cría, siguiendo el instinto de los cérvidos de pocas semanas de vida, se quedó tumbada muy quieta en la hierba, inmóvil, confiando en la seguridad del camuflaje de su mimético pelaje.

En tu casa, incluso en un centro de recuperación, casi seguro morirá a los pocos días. Y aunque sobreviva, no podrá liberarse de nuevo en el campo, siendo además un grave peligro para nosotros mismos cuando, viviendo en cautividad, los machos se hagan adultos.

Para evitar que nuestro amor por los animales nos haga meter la pata, la Asociación del Corzo Español ha puesto en marcha un año más su campaña en defensa de los corcinos.
Tres sencillos consejos nos señalan el correcto comportamiento que debemos tener en el caso de encontrarnos a uno de estos maravillosos animales en el campo:
  • No se debe recoger, no está abandonado. Su madre siempre está cerca, observándolo, y le protege.
  • No se debe tocar, ya que puede impregnarse de nuestro olor y su madre lo repudiará.
  • No debes permanecer en la zona, ya que de nuevo impregnamos el entorno de olor que la madre puede rehusar, y puede atraer a depredadores oportunistas como el zorro.
En este vídeo te lo explican de forma más detallada.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno. Espero que todos tomemos conciencia y se haga lo que nos indica. Un saludo.

Diana Cortés dijo...

Muy bueno el artículo, muy interesante.

Alberto Mtz Alda dijo...

Muy interesante, no tenia ni idea de lo que habría que hacer...ahora ya se que la mejor opción no es recogerlo

Victor Serrano dijo...

Aplicable a la mayoria de especies, tanto animales como vegetales.

Celadus dijo...

Magnífico aporte. Habrá que darle difesión. Me pongo a ello. Muchas gracias.

Jesús Dorda dijo...

Ayer mismo me comentaban que en una finca particular en pleno Parque de la Cuenca Alta del Manzanares, andaba tropezando una y otra vez una pobre corza en un vallado cinegético recién puesto. Era un espectáculo penoso.
Las cercas en espacios protegidos deberían ser más permeables a la fauna silvestre.

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