24 sept 2010
9:30
Es una calumnia el considerar a los animales, en especial a los feroces, el como crueles. Pero para que la crueldad exista es necesaria una intención consciente y morbosa. El diccionario deja muy claro su significado: “Cruel: el que se complace provocando el sufrimiento ajeno”. Los depredadores, cuando atacan a su presa, no tienen intención de hacerla sufrir, obran siguiendo un irresistible impulso instintivo y natural que les empuja a alimentarse, a defender su territorio o a sus crías. Es un impulso de supervivencia. Indudablemente son hechos que tienen un componente sanguinario y en apariencia cruel pero no es así porque el animal solo tiene consciencia de si mismo y de sus instintos. Aquellos seres que se ponen a su alcance son, presas legítimas que la naturaleza le ofrece.
El ser humano es el único que posee capacidad para ser cruel ya que es, consciente de sus actos. Claro que no siempre es cruel, un cazador humano puede obrar por motivaciones que no sea de crueldad, sino simplemente de desafío a su habilidad, a su destreza para cobrar las piezas más rápidas, astutas, o difíciles de alcanzar. Posiblemente se rigen por un impulso atávico que proviene de sus ancestros primitivos.
Hoy en día todavía existen tribus que viven de la caza. Los bosquimanos por ejemplo le piden perdón a la pieza que abaten. Ahí no existe crueldad como tampoco en el cazador deportivo, pero sí en aquellos que matan por matar que no tienen medida para hacerlo, que se recrean en la muerte como si fuera un espectáculo, que no solo no sienten ningún remordimiento sino por el contrario alardean de ello con complacencia. Quizás estos crueles personajes se justifiquen diciendo que hacen esto con seres inferiores pero es posible que, si el crimen no estuviera penalizado, serían capaces de sentirse complacidos haciéndole lo mismo a un ser humano.
La crueldad | Guillermo Rancés
Es una calumnia el considerar a los animales, en especial a los feroces, el como crueles. Pero para que la crueldad exista es necesaria una intención consciente y morbosa. El diccionario deja muy claro su significado: “Cruel: el que se complace provocando el sufrimiento ajeno”. Los depredadores, cuando atacan a su presa, no tienen intención de hacerla sufrir, obran siguiendo un irresistible impulso instintivo y natural que les empuja a alimentarse, a defender su territorio o a sus crías. Es un impulso de supervivencia. Indudablemente son hechos que tienen un componente sanguinario y en apariencia cruel pero no es así porque el animal solo tiene consciencia de si mismo y de sus instintos. Aquellos seres que se ponen a su alcance son, presas legítimas que la naturaleza le ofrece.
El ser humano es el único que posee capacidad para ser cruel ya que es, consciente de sus actos. Claro que no siempre es cruel, un cazador humano puede obrar por motivaciones que no sea de crueldad, sino simplemente de desafío a su habilidad, a su destreza para cobrar las piezas más rápidas, astutas, o difíciles de alcanzar. Posiblemente se rigen por un impulso atávico que proviene de sus ancestros primitivos.
Hoy en día todavía existen tribus que viven de la caza. Los bosquimanos por ejemplo le piden perdón a la pieza que abaten. Ahí no existe crueldad como tampoco en el cazador deportivo, pero sí en aquellos que matan por matar que no tienen medida para hacerlo, que se recrean en la muerte como si fuera un espectáculo, que no solo no sienten ningún remordimiento sino por el contrario alardean de ello con complacencia. Quizás estos crueles personajes se justifiquen diciendo que hacen esto con seres inferiores pero es posible que, si el crimen no estuviera penalizado, serían capaces de sentirse complacidos haciéndole lo mismo a un ser humano.
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2 comentarios:
Yo no estaría tan seguro que el hombre es el único animal que mata por placer. Un perro, por ejemplo, animal muy parecido en su comportamiento social al hombre, es capaz de matar por placer. Cualquiera que haya vivido en el campo sabrá que un solo perro es capaz de matar, por ejemplo, 30 gallinas en cuestión de minutos solo por diversión. Si lo pillas infraganti, te lo encuentras jugando con sus cadáveres, o persiguiéndolas disfrutando como un niño pequeño. Y a veces no se comen ni una. La crueldad del hombre es la típica de cualquier "Rey", por nuestra situación en la cima de la cadena alimenticia, véase un líder de cualquier manada, capaz de quitarle la comida a sus familiares con tal de conservar su estatus. El poder con ausencia de castigo es lo que alimenta estas atrocidades. Aunque siempre ha habido y habrá mentes enfermas, eso es inevitable, pero no por ello es generalizable a toda una especie. Humanos que matan por placer, hay muy pocos, muy pocos, y más que humanos, son enfermos, casos muy puntuales. Otra cosa es matar por dinero, que se puede presumir que estamos ante un caso promovido por el instinto de "supervivencia", típico de cualquier animal, porque incluso algunos pájaros suelen tener "su" territorio, y se ensañan con el que lo invada. No creo que los humanos seamos tan crueles, pero sí somos capaces de cualquier cosa por seguir siendo los "Reyes" del mundo, pero rey y cruel van de la mano.
Me gustaría que un bombero cachas, muy velludo de manos muy grandes, me pegase al culo con la mano, con todas sus fuerzas.
Que después xde la primera nalgada, me preguntase: ¿Qué te ha gustado esta palmada?. Pues te voy a dar muchas como esta
Ramon
Recaderorico@terra.es
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