La contaminación silenciosa | César-Javier Palacios


Análisis químico del agua. Encontrados cinco antiinflamatorios, un estimulante nervioso, dos antibióticos, dos reguladores lipídicos, un antiepiléctico, un β-bloqueante y cuatro hormonas (tres naturales y una artificial). ¿De dónde son los análisis? ¿De alguna de las zonas más contaminadas del planeta? En absoluto. Todos estos principios activos farmacológicos han aparecido en aguas del Parque Nacional de Doñana, la joya de la corona natural de Europa.

Investigadores de la Universidad de Sevilla (US) han detectado por primera vez la presencia de medicamentos en Doñana y su entorno. Los resultados apuntan riesgos ecotoxicológicos para algunos organismos acuáticos como la Hydra attenuata, una especie considerada biológicamente inmortal pues no envejece y sólo muere por enfermedad o al ser comida por otro ser vivo.

La pregunta surge espontánea. ¿Cómo han llegado esos medicamentos al sancta sanctorum de los espacios protegidos españoles? Muy fácil: a través de nuestra orina y heces. O más exactamente, a través de las aguas residuales urbanas del entorno. Esos efluentes se depuran, es verdad, pero no con la suficiente efectividad como para retener tan complejos activos químicos. Y si algo así ocurre en Doñana, imaginaros las
concentraciones en ríos cercanos a las grandes ciudades. Y su terrible efecto en la fauna acuática, a los que éstas y otras sustancias químicas merman la capacidad reproductiva de los machos, llevando a su feminización. Tanto que en ciertos casos les puede provocar el cambio del sexo, como ya se está detectando en números ríos españoles.

Lo mismo ocurre con los pesticidas, están en todas partes. Son los detritus de nuestro actual sistema industrializado y urbano. Una contaminación silenciosa que poco a poco está poniendo en peligro nuestro bien más preciado, el agua potable, aquella que durante milenios fue nuestra mejor medicina, nuestro sustento vital.

Las concentraciones de estos productos son mínimas, es verdad, pues se miden en cantidades de partes por millón, muy por debajo de los niveles de una dosis tóxica. Pero ahí están, cual espada de Damocles respecto a las consecuencias a largo plazo para la salud humana y la del planeta donde vivimos.

1 comentario:

Desguace dijo...

La contaminacion aumenta a diario en nuestro planeta por los resultados de nuestros actos por eso debemos empezar a hacer el cambio, e ir haciendo que la contaminacion disminuya con nuestros actos como por ejemplo incluyendo los residuos más básicos de nuestra casa, hasta incluso nuestros vehículos, dándoles el tratamiento adecuado

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